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  JOKER III
 

“¿POR QUÉ TAN SERIO?”

EL JOKER EN CINE Y TELEVISIÓN


Por Jorge González Román
 
 

De entre todos los héroes y villanos que pululan por las calles de Gotham, probablemente el Joker sea el personaje que resulte más fascinante al gran público, coincidiendo en este punto con la mayoría de fans más acérrimos del cómic. La atracción que ejerce este complejo y retorcido villano le convierte en el más solicitado a la hora de llevar las aventuras de Batman a la gran o la pequeña pantalla. De hecho, si obviamos los primitivos seriales de los años ´40, el Príncipe Payaso del Crimen ha acompañado al Caballero Oscuro en prácticamente todas sus encarnaciones en los distintos medios.

 
La primera incursión del personaje del Joker en el mundo audiovisual se produce en 1966, con el estreno de la famosa serie de televisión de Batman de estilo declaradamente camp y paródico. El por entonces muy popular actor César Romero interpreta al Joker en varios episodios de la serie y en la película que se basa en ella. La caracterización de Romero se hará muy reconocible debido al bigote que el intérprete se niega a afeitar para representar al villano, y que no es posible disimular por mucho maquillaje blanco que se aplique sobre él. A pesar de ser el principal villano del mundo de Batman, el personaje queda relegado a un segundo plano en el serial, pues su éxito es menor al de otros malvados que gozan de unas interpretaciones más memorables. La sensualidad desbordada de la Catwoman de Julie Newmar o la refinada caracterización de Burguess Meredith como El PingÜino causan mucho mayor impacto que el trabajo de Romero. El actor se conforma con un histrionismo que cae en el terreno de lo demasiado tópico y apenas puede rozar la grandeza del mito que es el personaje en el mundo del comic. Además, la locura y el frenetismo exagerados de Romero quedan superados por los de otra interpretación igual de sobreactuada pero mucho más carismática: la del delirante Frank Gorshin como Enigma.

La serie hará un flaco favor a la leyenda del Señor de la Noche, confiriéndole una imagen ridícula y hortera en la percepción general del gran público.  Sin embargo, el gran éxito de audiencia otorga un gran nivel de popularidad a los personajes, que en los años venideros aparecerán en varias series de televisión animadas de Hanna-Barbera como Los Superamigos, Las Nuevas Aventuras de Batman y Robin... Joker será uno de los villanos con mayor presencia en ellas, aunque esta versión carece de todo interés al presentar una caracterización extremadamente suavizada e infantilizada.


 
En la década de los ´80, tiene lugar el arduo proceso de trabajo para el desarrollo de una gran superproducción sobre Batman para la pantalla grande. Aunque los cambios y el ir y venir de ideas en este proyecto son continuos, uno de los pocos supuestos que quedan realmente claros es que Joker aparecerá en el film como villano principal. Actores como Steve Martin o Robin Williams son propuestos para el papel, pero su vena cómica demasiado típica y simplista hará que sean descartados. Para esta nueva versión se precisa una comicidad más retorcida y enrevesada, mucho más perversa. Y quién mejor para encarnarla que Jack Nicholson, el loco del cine por excelencia que se ha lucido interpretando personajes esquizofrénicos en films como Alguien Voló sobre el Nido del Cuco o El Resplandor. Hemos de esperar al estreno del film en 1989 para comprobar cómo Nicholson hace por fin justicia al Joker en el mundo audiovisual. El actor hace suyo al personaje, otorgándole sus propios modos y maneras y dejándose llevar por la perversa alegría desbordada que el villano ha de mostrar en la gran pantalla. Con un histrionismo desmedido y una divertida malicia expresada en miles de enrevesadas muecas y poses, Nicholson suple con creces los defectos de tipo físico que se dan en su caracterización. El intérprete luce algún kilo de más y una estatura no tan alta como la de su contrapartida en el comic, mucho más estilizada; pero la manera de actuar del Joker se hace perfectamente reconocible en su actuación. El gran carisma del villano hace que en muchas ocasiones sea él quien marque el ritmo de la  película, robándole el protagonismo al propio Batman. Es por eso que algunos críticos manifiestan que el film debiera titularse “Joker” en vez de “Batman”, y entre el gran público, el impacto de la actuación de Nicholson es uno de los factores que más atrae a la gente a la hora de acudir a las salas de cine.


 
El gran trabajo del actor le hace merecedor de una nominación al premio de Mejor Actor en los Globos de Oro, además del aplauso generalizado de la crítica. Sin embargo, los aficionados al comic pueden hacer notar varios fallos notables en la caracterización del personaje, cuya responsabilidad corresponde principalmente a los guionistas. En primer lugar, el establecimiento de un origen definido para el personaje siempre ha sido un punto conflictivo en los comics que aquí podría haberse evitado fácilmente. En lugar de eso, se usa como referencia el comic La Broma Asesina, integrando el relato del pasado del personaje en la realidad del film, en lugar de permanecer en el limbo de sus delirios como ocurre en el comic, asignándosele incluso una identidad civil como Jack Napier. A diferencia de lo narrado en el comic, en el film Napier era ya un consumado gangster, de manera que el accidente no cambia completamente su vida, sino que le proporciona un impulso  para elevar su creatividad criminal a nuevos niveles, ahora con una desmedida locura que le lleva a despreciar los límites que antes se imponía. Otro punto muy polémico del guión es la revelación de Napier como asesino de los padres de Bruce Wayne, lo cual supone todo un atentado a la tradición del comic y simplifica en exceso la historia, vulgarizándola al nivel de lo tópico y demasiado habitual. Sea como sea, la sobresaliente interpretación de Nicholson pasa a los anales de la historia por constituir la primera ocasión en que el concepto de Joker es llevado a la pantalla con buena parte de su esencia original intacta. 

 
La nueva ola de Batmanía desatada con el film dará lugar a la creación de una de las grandes joyas de la corona de toda la historia del Señor de la Noche: Batman The Animated Series. Se trata de una nueva serie de dibujos animados que constituye el culmen del género en lo relativo a los superhéroes, empleando conceptos muy poco habituales en este tipo de producciones. En ella podremos ver a un excelente Joker, con una caracterización de la cual se eliminan los elementos más duros y conflictivos para adaptarlo a una producción de este tipo. Ello se consigue sin perder un ápice de su esencia, manteniendo una divertida alegría perversa y una refinada crueldad que lo convierten en una amenaza real para el Caballero Oscuro. En un principio, el encargado de aportar su voz para el doblaje del personaje será el actor Tim Curry, pero todo cambiará cuando se le realice una audición a Mark Hammill, el famoso Luke Skywalker de Star Wars. Nadie podía imaginar que tras su rostro de héroe galáctico se escondía la voz definitiva del Joker, capaz de lanzar unas carcajadas espeluznantes y de transmitir la malicia juguetona del retorcido showman en que se convierte el Joker en la serie.

 
En los primeros episodios en que aparece el villano, su maldad es más suavizada y se le presenta como un contrapunto cómico opuesto a la oscuridad que envuelve a Batman, con planes más delirantes y divertidos que sádicos y crueles. Es el caso de Navidades con el Joker, Sé un Payaso o La Última Risa. Tendrá que llegar el genial guionista Paul Dini para sacar todo el partido posible al personaje, logrando una nueva versión que no tendrá nada que envidiar a la del comic, con un refinado humor negro y un divertido y retorcido sadismo, acertadamente atenuado para adaptarlo al género del que se está tratando. En su primer episodio con el personaje, Un favor para el Joker, Dini realiza una genial aportación a la serie y al universo DC en general: el personaje de Harley Quinn. Aunque en este capítulo su relevancia no será demasiado grande, en futuras ocasiones se mostrará su fatal obsesión amorosa hacia el Joker, que nos dará algunos de los momentos más geniales de la serie con delirantes situaciones creadas por el rechazo y desdén del villano hacia los halagos de Harley.

Dini nos sorprenderá  con grandes episodios como El Pez Sonriente, una muy acertada adaptación de la historia que Steve Englehart y Marshall Rogers realizan en el comic, destacando la genial traslación a la animación del memorable monólogo del Joker sobre los derechos de autor de sus peces envenenados. A este mismo episodio se añaden también elementos de una historia de otros dos maestros del comic, Denny O´Neil y Neal Adams, con la inclusión de una angustiosa escena en que Batman queda atrapado en una pecera gigante a merced de un gran tiburón. Otro capítulo de la primera temporada es El Joker Salvaje, en que el desmedido ego criminal del malvado le lleva a enfrentarse a un ambicioso empresario que usa su imagen para dar nombre a un casino. La ira del Joker se desata al enterarse de que ha sido vulgarmente utilizado para un complicado plan en que el empresario pretendía cobrar el seguro cuando el villano destruyera su casino. Ya en la segunda temporada de la serie, Joker protagoniza Hazles Reir, donde pretende vengarse de quienes en el pasado se burlaron de sus actuaciones como comediante; o Arlequinada, con una inusual alianza entre Batman y Harley Quinn para evitar que el Príncipe Payaso del Crimen se haga con ni más ni menos que un arma atómica.

 
Entretanto, Paul Dini se toma su tiempo para guionizar uno de los comics de Batman más aclamados de todos los tiempos, que será dibujado en estilo cartoon por el genial Bruce W.Timm, principal responsable de Batman: The Animated Series. Se trata de Amor Loco, un especial en que se desvela por fin el origen de Harley Quinn, con todos los detalles sobre su escabrosa relación amorosa con el Joker. Cuando en 1997 se estrene una nueva temporada de la serie de animación con un nuevo look más estilizado, Dini será también el encargado de la adaptación de la historia Amor Loco a la estructura de un capítulo de los dibujos animados. Además, en esta nueva temporada el genial Dini se ocupará también de adaptar una extravagante historia de la Edad de Plata de los comics, Los Millones del Joker, en la que el villano es enjuiciado por evasión de impuestos. Joker también aparecerá en Cuidado con el Creeper, donde se las verá con este no menos esquizofrénico personaje de DC; o en el excelente capítulo triple Los Mejores del Mundo, en el que se produce el primer crossover entre los Superman y Batman animados. Como villano más importante en el universo del Señor de la Noche, es obligatoria su presencia en el largometraje animado La Máscara del Fantasma (1994), uno de los mejores films jamás realizados sobre Batman. En ella se aprovechará para desvelar su pasado como mafioso y su relación con otros criminales determinantes en el pasado de Bruce Wayne, cometiéndose una vez más el clásico error de asignar un innecesario origen al Joker.


 
El siglo XXI comenzará  con el estreno de una nueva serie animada sobre el Hombre Murciélago: Batman Beyond. En esta ocasión, se presenta al sucesor de Bruce Wayne en el puesto de Batman, en una Gotham futurista con nuevos villanos. La serie dará lugar a la realización de un nuevo largometraje animado directo al formato DVD: Batman Beyond- El Regreso del Joker. Además de narrarse el enfrentamiento del nuevo Batman contra un renacido Joker, se nos desvela cómo el Príncipe Payaso del Crimen asesinó a Tim Drake, que en la versión animada juega un papel similar al de Jason Todd, el segundo Robin en los comics.

El año 2005 verá nacer una nueva serie animada sobre el Señor de la Noche en la que los principales responsables de las excelentes series anteriores no se encuentran ya implicados. El resultado será muy pobre en comparación con su inmediato precedente. La versión del Joker presentada aquí aporta un nuevo y bastante horrible diseño, con un aspecto de lo más grotesco; con la estrepitosamente fallida pretensión de adaptarlo al siglo XXI. La tradicional complejidad psicológica del personaje apenas se hará ya perceptible aquí.


En 2005, el excelente film Batman Begins hace olvidar la devaluada imagen que el Caballero Oscuro tenía en el mundo del cine tras el estreno de la nefasta Batman&Robin en 1997. Cuando la Warner se plantea la realización de una secuela, la expectación crece al saber que, como deja bien claro el final de Begins, Joker aparecerá en la nueva película. Tras muchas vacilaciones y falsos rumores, el actor Heath Ledger se hace con el papel ante las reservas de la mayoría de aficionados, que dudan de la idoneidad de tal elección. Cuando durante 2007 aparecen las primeras imágenes y trailers del film, las opiniones cambian radicalmente a la vista de una caracterización realmente prometedora, con un Joker que consigue estremecer al espectador. En enero de 2008, Heath Ledger fallece inesperadamente a sus 28 años de vida, en lo que supone el primer paso del forjado de una nueva leyenda del cine. Cuando en verano de 2008 se estrena por fin The Dark Knight, tenemos la ocasión de descubrir la mejor interpretación jamás realizada en una película de Batman y, muy probablemente, en todo el subgénero de cine basado en comics. Ledger ofrece lo mejor de sí mismo en una actuación soberbia, aportando sus propios y exquisitos modos y maneras que convierten cada aparición del personaje en algo sublime. Para deleite del espectador, se ofrece en el film un Joker de gran complejidad psicológica, que poco tiene que ver con la ligereza de la caracterización de Nicholson. El villano, descarnadamente sádico y psicótico, se convierte aquí en una especie de experimentador social, que disfruta promoviendo el caos para comprobar si el resultado se ajusta a su retorcida percepción de la realidad que, ante la inquietud del espectador, se revela como angustiosamente acertada. 


 
La obsesión del Joker por Batman remite a las mejores tradiciones del comic, recordando en gran medida los conceptos tratados en La Broma Asesina. Ambos son mostrados como dos caras de la misma moneda cuyas motivaciones y obsesiones no están tan alejadas como en principio podría parecer. Queda claro que, como muy acertadamente se ha sugerido muchas veces en el comic, Batman es para el malvado un fascinante desafío necesario para afilar su demente creatividad y elevarla a límites insospechados. Ello queda reflejado en grandes momentos del film, como en la escena del interrogatorio cuando pronuncia el soberbio “¡Tú... me... completas!” o cuando al final de la película proclama: “... Y yo... no te voy a matar... ¡porque me divierto mucho contigo!”. Se debe reseñar cómo se consigue evitar aquí el tan socorrido error de establecer un origen para el villano, lo cual ayuda a percibirlo como lo que es: una salvaje y frenética fuerza de la naturaleza de muy oscuras intenciones, que resulta más inquietante al espectador por no saber de dónde proviene. El desbordante carisma de la actuación de Ledger se configura como principal reclamo de un film que entusiasma al gran público y bate la mayoría de records de recaudación en taquilla, finalizando su recorrido en pantalla como el segundo film más taquillero de la historia en los Estados Unidos. La crítica en pleno se rinde también al increíble talento de Heath Ledger, de manera que, tras triunfar en los Globos de Oro, en la ceremonia de los Oscar de 2009 le es concedida, a título póstumo, la más que merecida estatuilla como mejor actor secundario.


 
Haciendo balance de la trayectoria del Joker por grandes y pequeñas pantallas, podemos apreciar cómo las películas en las que aparece son las más taquilleras de cuantas se han realizado sobre Batman; o cómo, en lo que a series de animación se refiere, es por goleada el villano al que se dedican más episodios. Indiscutiblemente, Joker es el favorito, un icono tan reconocible como el propio Caballero Oscuro. Con la magistral interpretación de Heath Ledger, el número de sus admiradores se ha disparado a niveles nunca vistos, de manera que es siempre el elegido a la hora de las customizaciones en las diversas convenciones de fans. Así pues, Batman no tendrá más remedio que aceptar la eterna compañía de este personaje, convertido por méritos propios en el mejor villano del mundo del comic. Sin embargo, por lo que hemos podido observar, sus mayores triunfos se han producido fuera de las viñetas. Y, seguramente, aún no lo hemos visto todo.






 


 
 
   
 

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