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“¿AL MURCIÉLAGO NEGRO QUIÉN LE TEMERÁ?”:

LA HISTORIA DE ENIGMA
 

Por Jorge González Román

 

Si el personaje de Batman fue concebido como uno de los más expertos detectives del mundo, era sólo cuestión de tiempo que sus creadores dieran vida a un villano que le permitiera exhibir al máximo sus habilidades en esa faceta. Enigma nace con la pretensión de sacar a relucir las enormes capacidades deductivas del Caballero Oscuro, a través de su obsesión con los acertijos de extrema complejidad e ingenio.

 
Edward Nygma hace su primera aparición en Detective Comics#140, en 1948; revelándose como un genio experto en acertijos y juegos mentales de toda clase. Volverá a los comics de Batman dos meses después, para luego permanecer en el limbo durante casi 20 años. No es hasta 1965, en Batman 141, que Nygma regresa para poner en aprietos al Señor de la Noche. Nos encontramos ahora en la época del “new look” promovido por el editor Julius Schwartz, y el Enigma será objeto de una remodelación que le convierte en un villano de primera. Se transforma ahora en un gran enemigo, mostrado en este número como una mente criminal maestra con una extraña debilidad por proponer a Batman acertijos cuya solución proporciona pistas sobre sus delitos.

Este comic es el que inspirará al productor televisivo William Dozier para la posterior realización de la clásica serie de televisión de los ´60 sobre Batman. Es así como en el primer episodio del serial aparece Enigma como villano, con la recordada interpretación de Frank Gorshin. El actor muestra aquí su lado más desenfrenado y delirante, en una caracterización muy divertida que dispara el nivel de popularidad del personaje y le garantiza muchas más apariciones en el serial, situándose como uno de los grandes.

El impacto de la serie apoya la continuidad de las intervenciones del Enigma en los comics. Una de las historias más destacables de la época es “Los robos sin acertijo del Enigma”, en la que Edward decide por un momento no dejar ya pistas sobre sus crímenes.


Ya en la etapa moderna del personaje, en la era post- Crisis, se hace necesaria la revisión de su pasado y primeras andanzas. El primer guionista en llevar a cabo este cometido es el mismísimo Neil Gaiman, autor de The Sandman; en una historia corta de la serie Secret Origins. Sin embargo, la versión más completa de su origen se halla en el Anual nº8 de Detective Comics, recopilado luego en el tomo Four of a Kind. En este caso, Chuck Dixon traza una historia en que se deja entrever la obsesión de Nygma por los acertijos ya desde niño; quedando establecida la fijación del personaje por poner a prueba los límites deductivos de su mayor oponente, el Caballero Oscuro. Como siempre, se caracteriza al villano como un auténtico neurótico de actitud desenfrenada y compulsiva que provoca en muchas ocasiones la sonrisa del lector, hecho acentuado por la introducción de dos divertidas secuaces: Interrogación y Eco.

 Dentro de los primeros años de la cronología batmaniana, puede presenciarse el paso de Enigma por las series limitadas El Largo Halloween y Dark Victory; viendo degradada su imagen como un villano algo ridículo, que actúa con escaso éxito como consejero de la mafia. Como curiosidad, merece comentarse el hecho de que será el único que escape vivo tras encontrarse con el asesino de los días festivos, por tratarse en esa ocasión del Día de los Inocentes.

También la serie Legends of the Dark Knight acoge una de las primeras aventuras en que Batman se enfrenta a él, en el arco argumental The Primal Riddle.

En los años ´90, encontramos una historia que abandona la tradicional caracterización cómica del Enigma para presentarnos a un Edward Nygma sádico y retorcido, cometiendo siniestros crímenes para nada acordes con su habitual modus operandi. Hablamos de “Dark Knight, Dark City”, escrita por Peter Milligan en Batman#452-454. El componente sobrenatural del relato aportará como explicación la posesión de Nygma por un espíritu malvado, pero su actitud no deja de ser inquietante y de fomentar dudas sobre la oculta naturaleza del villano.


 Muy poco después, seremos testigos de otra asombrosa transformación del personaje. En 1993, en los episodios previos a la saga Knightfall, Bane explora los límites del Señor de la Noche enviando contra él a un hipertrofiado Edward Nygma, dopado con la droga Venom. Será la primera vez que el villano represente una amenaza física seria para el héroe, y no deja de ser curioso el contraste entre el Enigma habitual, de escasa presencia física; y su versión hipermusculada. Ya en la propia saga, no supondrá ningún problema de importancia para el orden en Gotham, pues es neutralizado fácilmente por Robin, quien le arrebata unos supuestos cartuchos de dinamita que resultan ser simple goma.

 En 1995, el genial Matt Wagner tendrá la ocasión de ofrecer su personalísima visión del personaje en el especial “La fábrica de acertijos”. En esta historia, relata de forma muy divertida las maquinaciones de Nygma para chantajear a los principales hombres de negocios de Gotham, incluyendo a Bruce Wayne. Se presenta aquí una de las mejores caracterizaciones del personaje en la que, sin olvidar su eterna vena cómica, se muestra como una amenaza a tener en cuenta, con situaciones plagadas de fino humor negro.

 Unos años después, la catástrofe llega a Gotham cuando un terremoto destruye la ciudad. Tras la declaración de la urbe como Tierra de Nadie, Nygma decide plantearse un nuevo futuro en Metrópolis, pues encuentra que Gotham no es la ciudad más adecuada en donde explotar sus capacidades en ese momento. Llegan ahora los años más grises del personaje en el comic, relegado a villano menor con brevísimas apariciones por las series regulares de Superman y Green Arrow; en donde siempre acaba siendo vapuleado sin dificultad.

 Tendrá que llegar la saga de Jim Lee, Hush, para que Enigma vuelva de nuevo al primer plano dentro del mundo del Señor de la Noche. Es aquí cuando Nygma se confabula con el villano Silencio para manejar a su voluntad a los personajes del entorno de Batman, en un serio intento por destruir al héroe definitivamente. Al final de la historia, averiguamos que Edward ha llegado a usar una fosa de Lázaro y ha podido por fin dar respuesta a la madre de todos los acertijos: “¿Quién es Batman?”. Sin embargo, el Señor de la Noche le insta a no hacer uso del conocimiento de su identidad secreta, amenezándole con enviar tras él a Ra´s Al Ghul, ciego de ira por el uso indebido de la fosa de Lázaro.

Meses después, en Gotham Knights #51-55, Silencio regresa y su primer objetivo es Nygma, con quien tiene algunas cuentas que saldar. Desesperado, Edward pide protección al Joker y después a Poison Ivy, acabando al final en un extraño estado catatónico debido a las maquinaciones de esta última.

Tras la Crisis Infinita, se nos revela que Enigma ha pasado un año en coma y no recuerda ya la identidad secreta de Batman. En esta ocasión, vuelve con intenciones de reformarse, aprovechando sus cualidades deductivas para transformarse en un peculiar detective privado.

La gran popularidad del personaje, en gran parte lograda gracias a la histriónica interpretación de Frank Gorshin en la serie de los ´60, garantizará su presencia en otros medios distintos al comic. El más interesante es sin duda la serie animada de Bruce Timm de los años noventa. Para los guionistas, el villano supone un auténtico quebradero de cabeza. Quedan desechados muchos proyectos de episodios basados en él que resultan ridículos o demasiado complicados, dada la dificultad de relatar una extensa investigación con acertijos de por medio, en el corto espacio de tiempo de un episodio.

Al final, acaban surgiendo capítulos muy interesantes. Debido al componente lúdico y divertido en la caracterización del villano, los episodios en que aparece serán de un tono más ligero, aderezados todos ellos con la presencia de Robin.

En “Si eres tan listo, ¿por qué no eres rico?” se relata el origen del personaje. En esta versión, Edward es un genio de la tecnología con gran resentimiento hacia su jefe, a quien Batman y Robin deben rescatar sorteando las amenazas de un mortífero parque de atracciones donde la solución a los acertijos es vital para seguir con vida. Posteriormente, en “¿Qué es la realidad?”, somos testigos de cómo Edward aprovecha sus amplios conocimientos tecnológicos para poner en aprietos a Batman, Robin y Gordon; presos de una máquina de fantasías holográficas que resultan casi mortales.

Con la llegada de la segunda temporada de la serie, podemos presenciar el supuesto fin de la carrera criminal de Edward en “El Enigma se reforma”. Al final, la ambición y obsesiones de Nygma desbordan sus previsiones y Batman debe enviarle a Arkham Asylum una vez más.

Situado en la conciencia del gran público como uno de los principales enemigos de Batman, se hacía obvio que el Enigma acabaría apareciendo en alguna de las adaptaciones cinematográficas de Batman en la era moderna. En los planes de Tim Burton, se encontraba el de convertir al personaje en un retorcido psicópata con una atrevida estética en la que destacaría su cabello rapado en forma de interrogación.


El destino del personaje será otro, y en 1995 llega su hora con el estreno de Batman Forever. La película, dirigida por Joel Schumacher, muestra un claro alejamiento de la riqueza artística de los dos films anteriores de Tim Burton. Sin embargo, contiene algunos elementos positivos entre los cuales se encuentra la interpretación de Jim Carrey como El Enigma. A pesar de lo absurdo de la trama basada en el extraño aparato que inventa (“la Caja”), la caracterización del personaje es acertada, explotando de manera adecuada el componente cómico y delirante que debe acompañar al desquiciado Edward Nygma. Carrey muestra su lado más histriónico y desenfrenado para dar vida a un Enigma que consigue provocar la sonrisa del espectador, con una actitud alocada muy en línea con el ritmo frenético que se pretende imprimir a la película. En la historia del film, será interesante el papel que jugará el villano en la reflexión de Batman sobre la dualidad presente en su misma esencia, con Nygma intentando obligarle a escoger entre una de sus dos identidades.

En la época actual, Christopher Nolan ha conseguido revitalizar al personaje de Batman en el cine, haciendo olvidar la nefasta intervención del director Joel Schumacher. Después de dos excelentes películas, Nolan se plantea la realización de una tercera en la que los deseos de la gran mayoría de aficionados apuntan a la presencia de Enigma como villano. La confianza depositada en el director es mucha, y no cabe duda de que, si al final ocurre, el relanzamiento de Enigma en la gran pantalla promete ser espectacular.

 









 
 
   
 

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